0 Bebo en la copa de vino,
y a mí de mí mismo llego,
y en mí a mí mismo amo,
1 Pues mi espíritu soy y mi esencia es realidad,
que llena y me escancia delicado vino,
sin que me importe lo que la gente diga.
Búscame, pues, en mí lo excelso;
bebe, con buen provecho
del claro y anejo vino.
2 Conoce la ilusión que en mí de mí llevo,
no me repliques más y comprende:
déjate pues de “él” y de “ella”,
deja a Zayd y a Umayya,
ama a tus anchas de intento.
3 Pues lo efímero pasa y mi vida queda,
sin dejar a mi vida mis propiedades,
y a mí de mí mismo llego,
y en mí a mí mismo amo.
Recordar que en los poemas de la mística sufí, el vino es un recurso utilizado como metáfora para hacer referencia a la divinidad y a lo absoluto, así pues, la embriaguez de él, sería un estado de ascesis provocado por la mística. A ello hacen referencia muchos otros escritores y poetas como Rumi, Hafez o Hadi de Shiraz.